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El departamento de I+D+i de la empresa cordobesa Procerán trabaja en colaboración con el Area de Ingeniería Rural de la Universidad de Córdoba (UCO) en el desarrollo de ladrillos de termoarcilla que servirán para aislar acústica y térmicamente futuros edificios.

En un comunicado remitido a Europa Press, Andalucía Investiga indicó que según el gerente de Procerán, Domingo Alhama González, además de ahorrar energía los nuevos bloques actuarán como aislantes acústicos ya que son un poco más grandes que el ladrillo tradicional cuyo interior está compuesto por celdillas que dificultan el paso del sonido así como del calor o el frío, algo que también facilita la arcilla.

En la actualidad el proyecto, que ha recibido un apoyo de 8.600 euros provenientes de la nueva Orden de Incentivos a la Innovación y al Desarrollo Empresarial impulsada desde la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, se encuentra en plena fase experimental en instalaciones industriales, aunque las pruebas informáticas y de laboratorio han arrojado muy buenos resultados.

Así, la investigación consiste básicamente en mejorar la estructura de estos bloques para que, al ser utilizados, se pueda ahorrar el máximo de energía en los edificios, según comentó Alhama.

Otra de las ventajas de estos nuevos ladrillos es que permiten ahorrar en materiales ya que no es necesario usar mortero en uno de sus lados para el ensamblaje de los mismos. «Las piezas llevan en uno de sus lados salientes y entrantes que permiten que encajen unas con otras, por lo que pueden unirse a modo de puzzle con el consiguiente ahorro de material y mano de obra que ello conlleva», explicó el gerente.

La empresa cuenta en la actualidad con tres diseños diferentes para estos ladrillos que espera tener totalmente acabados y probados antes de que finalice el primer semestre de este año.

Aunque por su volumen es «un poco más difícil» de transportar que el ladrillo habitual, Procerán espera poder comercializarlos con éxito en zonas como el norte de España, declaradas por el Nuevo Código Técnico de la Edificación como zonas de categoría E, en las que los edificios deben cumplir una serie de características que ayuden a optimizar el elevado ahorro energético derivado de las bajas temperaturas.

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